A la hora de abordar crímenes en contra de la igualdad, sostenemos la ventaja jurídica y criminológica de adoptar un modelo centrado en el prejuicio, entendido como la caracterización negativa y selección discriminatoria de la víctima por el grupo al que pertenece y no en el odio, el cual implica demostrar la animadversión del sujeto activo hacia el grupo al que pertenece. Esto permitirá que el Derecho Penal tenga mayores posibilidades de atacar las verdaderas causas de la discriminación, las cuales trascienden actitudes individuales. El modelo también permitirá que el contexto en donde se producen los usos jerárquicos y excluyentes de la violencia pueda ser asumido como indicio de un crimen por prejuicio, conforme con las garantías propias del Derecho Penal.
Regarding crimes against equality, through legal and criminological perspectives we argue the vantage point of adopting a bias crime model, understood as the negative characterization and discriminatory selection of the victim in reason of her belonging to a group, in lieu of hate, which implies evidencing the attacker's hostility towards the group the victim belongs to. This will allow criminal law to have better chances at tackling the true causes of discrimination, which take place beyond individual attitudes. This model will also allow the context in which the hierarchical and symbolic uses of violence occur, to be used as a distinctive sign of a prejudiced crime within the safeguards of criminal law.