La academia de la administración ha procurado en los últimos años identificar elementos que permitan a las empresas obtener ventajas competitivas temporales para enfrentar entornos con grandes cambios. Es un cambio de orientación, porque en el pasado el lenguaje estaba dado hacia la generación de ventajas de largo plazo. Sin embargo, el entorno ha cambiado y cada vez más las discontinuidades obligan a transformaciones radicales que lleven a nuevos modelos de negocios