Las acciones de los grupos armados organizados en América Latina no se limitan ala realización de crímenes trasnacionales, sino que, con cierto grado de aceptación,estos grupos imponen una justicia comunitaria coercitiva, de carácter vertical dentro de las comunidades en las que operan. Así, se estudian los casos de Brasil, México y Colombia para mostrar cómo esta situación, lejos de ser la excepción, se ha vuelto la norma en el continente latinoamericano.