Georges Albert Brutus Edouard Gilles de la Tourette nació y se crió dentro de una época esplendorosa de Francia. Se destacó por sus méritos como estudiante y fue educado para que tuviera una brillante carrera como médico. Su paso por el hospital Pitie-Salpêtrière fue algo fundamental en su vida, ya que allí conoció al profesor Jean-Martin Charcot quien le brindó la oportunidad y las herramientas para estudiar su pasión, la Neurología, de una manera amplia la y dedicarse a otros casos interesantes dedicados a la mente humana. Gracias a esto pudo describir la patología que hoy nos compete como el síndrome de La Tourette. Su estudio y su incansable curiosidad permitieron además involucrarse no sólo con este síndrome sino que ayudó a hacer múltiples descripciones de otras patologías e incursionó en el nuevo campo del hipnotismo. Sin embargo, su muerte prematura, debido a una enfermedad hoy en día curable, hizo que se truncara la maravillosa mente de este neurólogo que, muy seguramente, hubiese aportado más conocimiento de la época a nuestro saber actual.
Georges Albert Edouard Brutus Gilles de la Tourette was born and raised in an era of French splendor; he was an outstanding student, educated to have a brilliant career as a doctor. Passing through the Pitie-Salpetriere hospital was critical in his life, there were the place where he had the opportunity to meet Professor Jean-Martin Charcot, who would be his colleague and friend throughout his life. Charcot gave him the opportunity and the tools to study his passion, neurology, in a comprehensive manner, and to pursue interesting cases dedicated to the study of the human mind. It was thanks to this that he could so aptly describe the disease that concerns us today as Tourette’s syndrome. His study and tireless curiosity also allowed him to get involved not only with this syndrome but helped him make multiple descriptions of other diseases and to enter the new field of hypnotism. But his premature death, due to an illness which would have been curable today, cut short this brilliant career; otherwise, he would, most certainly, have contributed a lot more to our current knowledge of neurology.