"Los fondos documentales de las bibliotecas de las universidades o de los centros de enseñanza han sido, desde entonces, el respaldo de las materias impartidas en la universidad: teología, filosofía, derecho, medicina y matemáticas, como las principales fuentes del saber en aquella época. Los libros se encontraban encadenados a los pupitres y sólo una parte de la colección (libri distribuendi) era destinada al préstamo bajo fianza..."