What causes stark differences in living standards between subnational units? What can countries do to lessen such variations? This article argues that there is an aspect of national policy frameworks that impacts subnational provision of social services: the sensitivity of policy to the particularities of place. Place-sensitive policies make adaptations to the way social services are organized and provided across a country, so that they are better equipped to deal with the different characteristics of places and better support their well-being. When policies are place-sensitive, subnational provision is facilitated in poor, rural, and marginal locations in a country. In contrast, place-blind policies employ a one-size-fits-all approach that excludes people in vulnerable areas and aggravates inequalities in social service provision and social outcomes. By studying the Colombian case, this article demonstrates that a key placeblind feature of its healthcare model disproportionately affects small localities.
¿Cuáles son las causas de las marcadas diferencias de nivel de vida entre las unidades subnacionales? ¿Qué pueden hacer los países para reducir esas variaciones? Este artículo sostiene que hay un aspecto de los marcos políticos nacionales que influye en la prestación subnacional de servicios sociales: la sensibilidad de las políticas a las particularidades del lugar. Las políticas sensibles al lugar adaptan la forma en que se organizan y prestan los servicios sociales en un país, de modo que estén mejor equipados para hacer frente a las diferentes características de los lugares y apoyar mejor su bienestar. Cuando las políticas son sensibles al lugar, se facilita la prestación subnacional en los lugares pobres, rurales y marginales de un país. En cambio, las políticas que no tienen en cuenta el lugar emplean un enfoque único que excluye a las personas de las zonas vulnerables y agrava las desigualdades en la prestación de servicios sociales y los resultados sociales. Al estudiar el caso de Colombia, este artículo demuestra que una característica clave de su modelo de atención sanitaria que no tiene en cuenta el lugar afecta de forma desproporcionada a las localidades pequeñas.