Sociologically speaking, the end of the twentieth century saw the transition from post-industrial capitalism to the information society (Castells, 1996). In this change, in the middle of the Cold War, scientometry was born -second order science or, also, quantitative measurement of science, prima facie-, with the Frascati Manual (2012) of the Organization for Economic Cooperation and Development -ocde- 1963, with later revisions and updates). The Frascati Manual was followed by the Oslo Manual (1993) and the Canberra Manual (1997). For Ibero-America and Latin America, the Lisbon Manual, the Santiago Manual and the Bogotá Manual were later created. Informational capitalism and the knowledge society both respond to the fact that information in general and knowledge have grown hyperbolically, literally. There have never been so many academics, scientists, engineers and researchers as there are today. To the growth and expansion of information and knowledge, scientometrics responds with quantitative measurements, simply because for the first time it is possible, desirable and necessary to measure science and how it is done, as well as all its arsenal and expressions. Well, in the transition to informational capitalism, various scales emerge, specifically centered on the quantity and quality of universities, then also of programs, schools and faculties, and more recently of the professors and researchers themselves.
Sociológicamente hablando, el final del siglo xx conoce el tránsito del capitalismo posindustrial a la sociedad de la información (Castells, 1996). En este cambio, en plena guerra fría, nace la cienciometría —ciencia de segundo orden o, también, medición cuantitativa de la ciencia, prima facie—, con el Manual de Frascati (2012) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos —ocde— 1963, con posteriores revisiones y actualizaciones). Al Manual de Frascati le siguieron el Manual de Oslo (1993) y el Manual de Canberra (1997). Para Iberoamérica y América Latina, se crearon posteriormente el Manual de Lisboa, el Manual de Santiago y el Manual de Bogotá. El capitalismo informacional y la sociedad del conocimiento responden ambas al hecho de que la información en general y el conocimiento han crecido de manera hiperbólica, literalmente. Jamás había habido tantos académicos, científicos, ingenieros e investigadores como en nuestros días. Al crecimiento y expansión de la información y el conocimiento, la cienciometría responde con mediciones de tipo cuantitativo, sencillamente porque por primera vez es posible, es deseable y es necesario medir la ciencia y cómo se hace, al igual que todo su arsenal y expresiones. Pues bien, en la transición hacia el capitalismo informacional, emergen diversos escalafones, centrados específicamente en la cantidad y la calidad de universidades, luego también de programas, escuelas y facultades, y más recientemente de los propios profesores e investigadores.